Público
Público

El expolio de olivos: un negocio que liquida un patrimonio milenario

La comarca del Montsià (Tarragona) cuenta con una reserva muy rica de olivos que actualmente se encuentra desprotegida y sin marco legal que la ampare.

Olivos milenarios en Ulldecona (Tarragona). GEPEC

Casi 80.000 firmas. Este es el número de firmas que ha recogido la plataforma Change.org para una petición que pide el fin del "expolio de olivos milenarios de Catalunya". Esta iniciativa la puso en marcha el abogado Paco Zapater, que argumenta que "hay un patrimonio histórico riquísimo en la zona del Sènia y se lo están llevando olivo a olivo".

La denuncia de Zapater vuelve, así, a poner en el centro del debate una cuestión que hace años que inquieta a la población del sur de Catalunya, el norte de Valencia y una parte de Aragón, la región que se conoce como la Mancomunitat del Sènia y que cuenta con un gran número de olivos que tienen un valor muy importante por su elevada edad que en algunos casos sobrepasa los mil años y los 3,5 metros de perímetro, la extensión mínima para considerar "monumental" ejemplares por los que se pueden llegar a pagar 20.000 euros.

Sin embargo, el territorio catalán no cuenta con una ley que proteja este tipo de árboles, al contrario del caso del País Valencià que desde 2005 tiene un texto -al que recientemente se le ha añadido un nuevo reglamento más restrictivo- que da cobertura legal a estos puntales del patrimonio agrícola mediterráneo, en el que el expolio de los árboles monumentales, por parte de propietarios de vídeos que se dedican a su venta, está a la orden del día.

La Mancomunitat de la Taula del Sènia calcula, según datos de su último recuento del año 2018, que la región tiene hasta 5.027 ejemplares de olivos monumentales repartidos por su extensión y en Catalunya hay cerca de 2.000. El caso catalán tiene unas características peculiares, ya que, según datos del Grup d’Estudi de Protecció dels Ecosistemes Catalans (Gepec-EdC) recogidos en 2005 -el mismo año en el que el director general de Agricultura de la Generalitat en las Terres de l'Ebre se comprometía a hacer "una ley inmediata de protección de los olivos-, ya que 1.668 ejemplares se concentraban en la comarca del Montsià (Tarragona), de los que unos 1.500 se encontraban en el pueblo de Ulldecona.

Proposición de ley del PSC

Precisamente, uno de los casos más polémicos de los últimos meses tuvo lugar a finales de enero del 2018 en Ulldecona, donde la empresa Cultivos Ponç, de Sant Celoni (Barcelona), arrancó nueve árboles considerados monumentales por el inventario municipal -de entre 3,5 metros y 4,2 metros de perímetre- para incluirlos en su stock dejando atrás un requerimiento emitido desde el consistorio para intentar detener la operación. Esta no era la primera ocasión en que se producía un episodio así, pero sí fue el aviso definitivo para que el PSC se pusiera a trabajar en la redacción de una propuesta de ley que debía servir para poner freno al expolio constante de olivos en el sur del territorio catalán.

En julio del mismo año, el grupo parlamentario socialista presentaba en el Parlament de Catalunya una proposición de ley para proteger los olivos monumentales. Su portavoz, Eva Granados, y los diputados del grupo Jordi Terrades y Rosa M. Ibarra argumentaban que la riqueza paisajística generada por los olivos "constituye un patrimonio ambiental, agrario, cultural, social, histórico y económico" por el que suponía "de evidente interés público su protección y conservación ".

Precisamente, Terrades explica que "los árboles deben permanecer en el territorio que les ha visto crecer y producir el aceite" y de ahí justifica que una parte del articulad busque "dar prerrogativas al Govern para que pueda ejercer el derecho de tanteo y retracto sobre árboles que hayan sido trasplantados y depositados en gardens ", ejerciendo así presión sobre las empresas que especulan con los bienes agrarios.

Sin embargo, la propuesta de ley, que debe ser tomada en consideración por los diputados entre finales de enero y principios de febrero, se encuentra en la cuerda floja. El 27 de septiembre, los grupos parlamentarios de Junts per Catalunyaa (JxCat) y ERC presentaron una enmienda a la totalidad. Fuentes de JxCat justifican su posición diciendo que "la defensa de los olivos monumentales no precisa de una ley específica", haciendo referencia a "diversos instrumentos legales para poder llevar a cabo una efectiva protección de los olivos milenarios" como la Ley 8/2005 o los decretos 214/1987, de 9 de junio, el 47/1988, de 11 de febrero o el 120/1989, de 17 de abril. Asimismo explican que un árbol se puede proteger siendo declarado Bien de Interés Cultural (BIC), entre otras medidas.

Grup d'oliveres mil·lenàries a les Terres de l'Ebre. GEPEC

Grupo de olivos milenarios en las Terres de l'Ebre. GEPEC

El consejero de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, respondía a una pregunta del diputado de Cataluna en Comú Podem David Cid al Govern "ante la extracción de olivos milenarios de las Terres de l'Ebre para viveros privados", asegurando que "no se ha detectado un problema generalizado, sólo algunos hechos puntuales. En consecuencia, no se considera necesario plantear una ley específica ".

Sin embargo, la geografía catalana sólo cuenta actualmente con tres ejemplares protegidos, dos en el término de Ulldecona, tal como explica la gerente de la Mancomunitat de la Taula del Sènia, Teresa Adell, dejando de esta manera desprotegidos casi la totalidad. El diputado del PSC espera que próximamente los grupos que forman el Govern y el grupo socialista puedan acercar posiciones y aprobar un marco legal que asegura la protección de los árboles.

Un articulado que vaya más lejos

A pesar de estos primeros pasos, la propuesta de ley es considerada "muy insuficiente" para las entidades ecologistas del territorio. Guillem Riba, miembro de la plataforma Salvem el Montsià, expone que el articulado se fija tan sólo "en unos árboles muy concretos: a partir de los 3,5 metros y en unas fincas donde haya una presencia de más del 60% de árboles milenarios". Riba asegura que de este modo la medida "favorece que se mantengan unos árboles emblemáticos muy concretos pero todo lo demás se pueda expoliar", manteniendo la dinámica habitual.

En este sentido, Adell matiza, de acuerdo con la posición de la Taula y el PSC, que "debe de haber un equilibrio entre las posturas conservacionistas y la actividad agrícola del territorio" y por considerar que la medida satisfaría tanto a intereses del medio ambiente como a los del mercado económico. "No defendemos que convirtamos los olivares en un jardín sino que haya una actividad económica aprovechando los olivos. En algún momento se debe poner el límite", añade.

Los ecologistas huyen de lleno esta posición recordando que "se están arrancando muchísimas más olivos comparado con las que se arrancaban antes" y buscan la manera de poner el freno a la coyuntura. Al expolio de los olivos hay que sumar la elevada actividad destructiva que se lleva a cabo en la zona de las Terres de l'Ebre. Xavier Jiménez, vicepresidente del Gepec, recuerda que "es el territorio con más densidad de explotación extractiva" y relaciona este hecho con la posición de los grupos del gobierno a la hora de subsanar por completo la propuesta el PSC, diciendo que dar luz verde a la propuesta puede "generar miedo de cara a retos futuros de los partidos en las Terres de l'Ebre".

Un cordón sanitario para un sector en horas bajas

El patrimonio agrícola de las Terres de l'Ebre es uno de los principales atractivos de la zona, declarado Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO, a pesar de su baja rentabilidad. Además, tal y como apunta Josep Aragonés, coordinador de la reserva de la biosfera de las Terres de l'Ebre, el campesinado es una actividad que se encuentra en pleno retroceso a escala general. Todo ello hace que los agricultores a menudo sean personas mayores que ven en la venta de los árboles monumentales que son de su propiedad una oportunidad para obtener ingresos.

Varias de las fuentes consultadas coinciden en que los precios que se están pagando por los olivos históricos, a veces de menos de mil euros, "no salen a cuenta" pero aún así reconocen que cada vez hay más competición en el mercado. De hecho, año tras año las empresas de viveros que se dedican a arrancar olivos crecen y por el contrario el precio que se paga por la materia prima va cayendo mientras se consolida un modus operandi agresivo de las empresas.

Riba explica que la estrategia de compra de olivos monumentales comienza poniendo en juego unos buscadores que se dedican a rastrear el terreno. Hay que tener en cuenta, puntualiza, que "muchas veces el viverista va a un campesino que sabe que tiene una finca, abandonada o no, con olivos centenarios y le hace una oferta por la finca diciéndole que la quiere reconvertir un campo de naranjos ". Seguidamente le hará una oferta inicial de compra que irá acompañada de un precio correspondiente al de un terreno agrícola de secano y que se mantendrá si el propietario no pone objeciones. Una vez la empresa la ha comprado, se arrancan los olivos monumentales y se trasladan al vivero para tenerlas en stock.

En este sentido, la propuesta del PSC establece una serie medidas duras contra los posibles compradores y de ventajas fiscales para los productores de aceite y para poder conservar así el paisaje de mar de olivos tan característico. Todavía está por decidir el futuro de la propuesta de ley. No obstante y a la espera de nuevos movimientos, Paco Zapater asegura que el día que se celebre la votación será en el Parlament con todas las firma recogidas en la mano para insistir en que "hay una opinión pública que no está de acuerdo con lo que está pasando".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias