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Irregularidades en el Antonio de Nebrija La falta de agua caliente y las colas en el comedor provocan quejas en el colegio mayor Antonio de Nebrija

La falta de agua caliente y las deficiencias en el servicio de comedor han ocasionado durante los últimos días quejas entre los estudiantes del Colegio Mayor Antonio de Nebrija, dependiente de la Universidad Complutense de Madrid.

El Colegio Mayor Antonio de Nebrija ha recibido quejas por parte de los usuarios sobre la calidad del agua y las instalaciones. | Wikimedia

Los estudiantes, que pagan unos 900 euros al mes por su estancia, han utilizado el correo electrónico y las redes sociales para denunciar que, a la vuelta de vacaciones de Navidad, han detectado problemas en el funcionamiento del centro.

Las quejas se refieren a la utilización de platos y cubiertos de plástico como consecuencia de una avería en la máquina limpiadora y a la falta de personal en la empresa concesionaria del servicio de comedor, lo que, a su juicio, ocasiona largas colas y un tiempo de espera de veinte minutos para que les sirvan la comida.
Por su parte, el vicerrector de Estudiantes de la Universidad Complutense, Julio Contreras, ha quitado importancia a las protestas de los estudiantes y las ha calificado de “cuestión menor y casi anecdótica”.

Agua turbia

En declaraciones a este diario, Contreras explicó que sólo durante los últimos tres días se han registrado problemas en el suministro de agua caliente por las tareas de reparación de unas tuberías, lo que ha ocasionado que en algunos grifos saliera agua turbia y que no hubiera agua caliente.

Añadió que la falta de agua caliente se debió a que cuando los técnicos tuvieron que reabrir el suministro después de reparar la avería, la presión tuvo que ser menor y eso imposibilitó el normal funcionamiento.

El vicerrector de Estudiantes califica de “anecdóticas” las denuncias de los colegiales

En cuanto al problema de la máquina que se ocupa de lavar la vajilla del comedor, Contreras dijo que la incidencia ya está solucionada y que desde el martes los colegiales ya utilizan los platos y cubiertos habituales.

El vicerrector quiso dejar claro que ni el director del colegio mayor ni él han recibido estos días queja alguna de los estudiantes. “Tenemos que tener en cuenta que los edificios son viejos y las conducciones de agua y resto de instalaciones son antiguas, pero cuando ocurren estos problemas nosotros somos los primeros interesados en solucionarlos”, subrayó.

Frente a estas afirmaciones, un estudiante del centro, que pidió mantener en secreto su identidad, ofreció a este periódico una versión muy distinta a la del responsable académico.

Decadencia y dejadez

De acuerdo con su testimonio, la situación de “decadencia y dejadez” en el colegio mayor es patente, hecho que no tiene justificación en un centro perteneciente a la Universidad Complutense.

Aseguró que los servicios de limpieza dejan mucho que desear, el mobiliario está deteriorado y viejo, y también se producen problemas en el suministro eléctrico. El estudiante aseguró que había enviado un correo al vicerrector para trasladarle sus quejas, pero no obtuvo respuesta.

Los alumnos denuncian la “decadencia” del centro y la “dejadez” de sus responsables

Asimismo, subrayó que muchos estudiantes sufren los problemas del centro, y llamó la atención sobre el hecho de que ayer fuera cesado el encargado del servicio de comedor, tras las denuncias publicadas en las redes sociales.

El Antonio de Nebrija es uno de los cinco colegios pertenecientes a la Universidad Complutense, junto con el Diego de Covarrubias, Santa María de Europa, Teresa de Jesús y Ximénez de Cisneros.

Para atender las 755 plazas que ofertan estas cinco residencias estudiantiles, la Complutense destina anualmente un total de 2.790.000 euros. Según fuentes de la universidad, de esta partida 2.150.000 euros se dedican a alimentación, 360.000 euros a limpieza y lavandería, 90.000 euros a organizar actividades deportivas y culturales y 70.000 euros a obras y reposiciones.

En esas cantidades no están incluidos los gastos de personal y mantenimiento de las instalaciones, las obras o reformas que haya que acometer en los centros ni los gastos de luz, agua, gas, electricidad o jardinería.

Herederos de las antiguas Residencia de Estudiantes y Residencia de Señoritas, estos centros albergan a colegiales que acuden a Madrid para realizar sus estudios universitarios y a otras personas que los utilizan como residencia en el periodo estival.

En el caso concreto del Antonio de Nebrija, abierto desde 1951, el centro dispone de 115 plazas repartidas en 99 habitaciones individuales y 16 dobles. Situado frente al complejo deportivo de la Complutense, los estudiantes alojados disponen de gimnasio y pista polideportiva propios, biblioteca, dos salas de estudio, una sala de informática, otra de arquitectura, una sala de juegos, salón de actos y cafetería. En verano tienen libre acceso a la piscina de la UCM.

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