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Femenino Plural Razia Sultana, activista: "Si quieres provocar terror, tienes que ir a por las mujeres"

La defensora de los Derechos Humanos denuncia la pasividad de la comunidad internacional ante el genocidio de su comunidad, los rohingyá, “un pueblo sin tierras ni amigos”, según describe la ONU.

Razia Sultana, en un grupo de Trabajo de ONG sobre Mujeres, Paz y Seguridad.

25.000 personas asesinadas y unos 725.000 personas desplazadas son parte del horror de la historia reciente de los rohingyá; y al adjetivar reciente nos referimos a la última década, al periodo que va del 2012 a la actualidad. Hablamos de uno de los pueblos más perseguidos del mundo, una minoría “sin amigos y sin tierra”, según describe la ONU.

Los rohingyá, desplazados forzosamente a su vecino Bangladesh, a quienes su país, Myammar (antigua Birmania) les niega la ciudadanía, son casi un millón de personas que conforman una minería étnica, lingüística y religiosa que sufre lo que muchos denominan una “limpieza étnica”. Razia Sultana, abogada y activista birmana habla sin miedo de genocidio, de incitación al odio (desde las escuelas y redes sociales) y de cómo el Ejército de su país ha utilizado el cuerpo de las mujeres para generar terror: la violación como arma de guerra. La activista pasó por España invitada por la Asociación de Mujeres de Guatemala.

¿Cómo se puede explicar la impunidad y las terribles cifras de asesinatos, desplazamiento y violaciones que denuncian y reconocen entidades como Naciones Unidas?

Es un asunto de geopolítica. Nuestra gente no importa nada, si la pones delante del dinero. Dicen: “Es una población pequeña. No importa”. Sí, la comunidad internacional conoce la tragedia del pueblo rohingyá pero no tienen ninguna intención de resolverlo.

¿Pequeña, una comunidad con 25.000 personas asesinadas?

Si pero eso no es nada, si lo pones enfrente de un millón de dólares. Todo es un negocio. Hasta la ayuda, que pareciese además que es lo único que puede hacer la comunidad internacional. 

Necesitamos Justicia para cambiar el sistema: las leyes internacionales no funcionan. El genocidio está probado, pero no hay cambios...

Tanto usted como otras organizaciones hablan de un discurso del odio lanzado desde el gobierno.

La abogada y activista birmana Razia Sultana, en Madrid. TEO BARBA/La Casa Encendida

La abogada y activista birmana Razia Sultana, en Madrid. TEO BARBA/La Casa Encendida

Sí. Eso es una realidad desde el año 2012. Se hace desde las redes sociales, pensando en la población general, y desde las guarderías, para que desde muy pequeños los niños y niñas odien. Les dicen que somos agresivos, que no tenemos derecho a vivir y que otras religiones más allá del budismo no se permiten en Myammar. Les cuentan que Birmania es solo para los budistas.

Otro de los horrores que denuncia es la violación de las mujeres como arma de guerra por parte del ejército birmano.

Sí, la violación contra nosotras como principal arma a utilizar. Porque si tú quieres provocar terror, tienes que ir a las mujeres. Y eso lo están haciendo. Especialmente desde 2012, años en los que hemos vivido a gran escala abusos, violaciones y mutilaciones.

Solo hay que hablar con los refugiados que vienen huyendo del Ejército. He entrevistado más de 300 mujeres y cada una de ellas confirma la utilización de sus cuerpos como arma de guerra.

¿Cómo es la situación en los campos de refugiados de Bangladesh, donde sus compatriotas llevan años?

Terrible. Solo pueden hacer una cosa: esperar. No hay nada que hacer. Esperar ayuda, esperar comida, esperar asistencia. No hay colegios. No hay trabajo. Simplemente… vegetar.

Bangladesh, siendo un país absolutamente pobre, está siendo muy generoso: nos está acogiendo y dando refugio. Pero, ¿hasta cuándo? No tienen medios y las consecuencias de mantenernos son muy difíciles. 

Simplemente la falta de escolarización de los niños refugiados supone que tendremos una generación de iletrados, de gente que no saber hacer nada. No les estamos dando un futuro y eso es desesperante. Para ellos, y potencialmente para Bangladesh y para todo Asia. Estamos criando una generación de desesperados.

La abogada y activista birmana Razia Sultana, en Madrid. TEO BARBA/La Casa Encendida

La abogada y activista birmana Razia Sultana, en Madrid. TEO BARBA/La Casa Encendida

Representa a varias organizaciones de mujeres. ¿Se están organizando?

Sí, tengo una pequeña organización y soy miembro de varias entidades. En 2017 creé una entidad que he llamado Rohingya Women Welfare (ROWW). Desde ella estoy trabajando en temas vitales como salud primaria, higiene, violencia de género… Bangladesh funciona porque está gobernado por una mujer, Sheikh Hasina Wazed, primera ministra.

Sí, pero Myammar, su país también está regido por otra, Sheikh Hasina Wazed, cuyo nombre no se puede separar del genocidio de su pueblo.

Yo no creo que ella sea una mujer. Ella es un bróker. Sí, qué triste, un premio Nobel de la Paz que en su día fue mi ídolo.

A pesar de todo, ¿tiene esperanza?

Sí, sin duda. Se cambiarán las cosas, porque se deben cambiar. Y mi comunidad volverá a su propia tierra, afirma emocionada.

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