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Trata de mujeres "La prostitución es un crimen de género organizado y va de la mano de la trata"

Activistas feministas de más de diez países se reúnen en Madrid para acordar medidas necesarias en la lucha contra la trata de mujeres y la prostitución.

Una niña observa de la concentración feminista en el centro de Madrid - Arancha Ríos

SANDRA RODRÍGUEZ

Estados Unidos, Colombia, Alemania, Lituania, Filipinas o incluso Nigeria. A pesar de las eternas horas de vuelo y algún que otro retraso en Berlín por la nieve, alrededor de 30 mujeres de once países diferentes se han reunido en Madrid, para poner directamente sobre la mesa uno de los temas más importantes del feminismo: la prostitución y la trata de mujeres. Se trata del Congreso Mundial Avances y retos de futuro en la lucha contra la trata y explotación sexual de mujeres y niñas que ha organizado la CATW junto a la CIMTM que contará durante este lunes y martes con la voz de representantes de todos los ámbitos especializados en esta problemática.

Activistas de todas partes del mundo, representantes de asociaciones y plataformas feministas como Femicidio.net o Mujeres por la abolición, así como la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género Pilar Llop o la diputada del PP Carmen Quintanilla han asistido a esta jornada, para tratar un tema tan crucial para la sociedad que afecta a todo el mundo como es la prostitución y la trata de mujeres.

El debate continúa sobre la mesa: ¿La legalización de la prostitución empodera a las mujeres o las cosifica y fomenta la desigualdad de género? “Al regular su práctica, se destruye una generación completa de hombres y se necesitará otra más para arreglar el desastre”, exclama la psicóloga alemana especialista en trauma Ingeborg Kraus, en cuyo país se legalizó la prostitución hace 16 años, en 2002. Kraus asegura que “Alemania está en guerra contra las mujeres”, ya que la prostitución, afirma la psicoterapeuta, “destruye la capacidad de generar amor y nuestro sistema de valores, la confianza y el respeto mutuo; así como fomenta el odio y contamina las relaciones humanas”.

El 94% de las víctimas de trata y explotación sexual en todo el mundo son mujeres y niñas

Suecia es un ejemplo de ello. Este país mantiene el modelo abolicionista que criminaliza al demandante de sexo de pago desde 1999. El embajador de Suecia en España, Lars-Hjalmar Wide, asegura que la ley envía una señal clara a la sociedad: comprar el cuerpo de otra persona para tu propio placer no es aceptable. Pero el cambio de mentalidad de los ciudadanos suecos no sería posible sin el movimiento de las mujeres.

Mientras, las cifras continúan siendo alarmantes. El 94% de las víctimas de trata con fines de explotación sexual (sólo identificadas) en todo el mundo son mujeres y niñas, según el último informe de la UNODC y en España se estima que alrededor de 15 millones de varones son clientes de prostitución, señala la CIMTM. Así, España se ha convertido en el país líder en demanda de sexo de pago de toda Europa.

"El principal error es separar la prostitución de la trata"

“Lo primero que hace la sociedad, y por ende los medios de comunicación, es separar la prostitución de la trata, y ése es el nicho de permisividad para los varones: la ignorancia voluntaria ante que se están acostando con mujeres coaccionadas”. Así lo explica Mª José Barahona, trabajadora social española, que insiste en que no debemos llamar “clientes” o “consumidores” a los que son “puteros” y pagan por comercializar con el cuerpo de las mujeres.

Melissa Farley, psicóloga e investigadora estadounidense, defiende dicha teoría: “La violencia contra las mujeres se conecta con la creencia de que los hombres tienen derecho al acceso sexual del cuerpo femenino, que son superiores a ellas y que tienen permiso para ejercer la agresión sexual”.

Sánchez: "Preocuparse de criminalizar al varón viene después de la urgencia que requieren las mujeres"

La fiscal de Extranjería en España Beatriz Sánchez insiste en que la medida más inmediata debe ser penalizar al consumidor, ya que es “un cooperador necesario en la prostitución y la trata de mujeres”. Farley discrepa: “El foco principal de todos los gobiernos debe ser la protección de la víctima; preocuparse de criminalizar al varón viene después de la urgencia que requieren las mujeres”. Aunque las dos coinciden en que detrás del presunto consentimiento hay una situación de “amenazas y abuso de estados de necesidad”.

El consentimiento de la víctima es irrelevante

“Una víctima lo es independientemente de que haya una sentencia condenatoria o no”, insiste la fiscal. El Protocolo de Palermo del año 2000 reconoce la prostitución como una forma de violencia contra las mujeres. Las activistas insisten en que el abuso de poder del hombre respecto de la mujer y la situación de vulnerabilidad de la víctima deberían implicar una protección directa, a pesar de ser factores que no son fácilmente demostrables.

La fiscal denuncia que se trata de un delito de lesa humanidad: “En la prostitución hay mujeres que están amenazadas y no podemos depender de sus declaraciones para protegerlas e intervenir. El aeropuerto de Barajas está lleno de mujeres que no saben que van a ser explotadas”.

“La prostitución es un crimen de género organizado y va de la mano de la trata”, ha secundado Dalia Leinarte, directora del Centro de Estudios de Género en Vilna, Lituania. Leinarte advierte que el artículo 5.2. de la CEDAW, que afirma que los gobiernos deben eliminar toda forma de violencia contra las mujeres y niñas, es insuficiente para tratar en profundidad el tema de la prostitución. “No hay mecanismos que fuercen a los gobiernos a tener una responsabilidad para erradicar esta problemática que afecta tanto al feminismo”, concluye.

¿Cómo combatir la trata de mujeres?

“La prostitución y la trata de mujeres sólo pueden curarse de tres formas: educación, educación y…sí, educación”, ha afirmado Barahona con contundencia en sus palabras.

Tatiana Kotlyyarenko, asesora de OSCE, organización que se compone de 27 países en la lucha contra la trata, insiste en dicha idea, en que hay que trabajar hacia un mundo donde las mujeres y niñas no puedan ser vendidas para un simple negocio. “La prostitución es un crimen global contra la dignidad humana y una violación de los derechos humanos”, subraya. Además de la educación, insiste en la necesidad de reforzar la capacidad de las autoridades nacionales y locales para la prevención, fortaleciendo la persecución del demandante e implantando medidas de ayuda y protección a las víctimas.

“Las mujeres y niñas tienen que dejar de verse como meros productos para satisfacer el placer sexual; son seres humanos libres, igual que los hombres”. La directora de ASOMUPCAR, una organización de mujeres víctimas de trata, Beatriz Rodríguez manifiesta su preocupación: la prostitución no está en la agenda del feminismo colombiano, y mucho menos aparece en los medios de comunicación. “Las mujeres negras víctimas del conflicto armado están siendo prostituidas y enviadas a EEUU, Inglaterra y España para ser explotadas”, reclama la activista.

“No hay sociedad igualitaria si vulneramos los derechos humanos de las mujeres y anulamos su libertad sexual”, incide Julie Bindel, periodista y escritora de Reino Unido. “Dentro de esa educación debe estar que se persiga y juzgue a los abusadores y que los hombres vayan a prisión por ser proxenetas o compradores de sexo”, remata.

Farley añade la importancia de inculcar la empatía en los niños y tener un análisis crítico feminista sobre la pornografía: “Es la industria que enseña cómo funciona el sexo entre hombres y mujeres; así los niños aprenden a violar”.

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