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La sanidad madrileña prueba un recorte horario en los ambulatorios: "Quieren que los pacientes se vayan a la privada"

El proyecto piloto está lleno de irregularidades y de problemáticas surgidas que, de darse el visto bueno, se terminarían perpetuando en los casi 300 centros de atención primaria de la Comunidad.

Una enfermera prepara una vía intravenosa para un paciente en un hospital / EFE

La Comunidad de Madrid implantó el pasado enero un proyecto piloto en 14 centros ambulatorios de atención primaria con un objetivo: recortar dos horas y media el horario de las citas de médicos de cabeceras y pediatras, hasta las 18.30 horas. No habrá una reducción en las horas trabajadas por parte de los médicos, pero sí menor disponibilidad para los pacientes.

Este boceto se ha aplicado en 14 centros a modo de prueba y la mayoría de sindicatos, asociaciones, trabajadores sanitarios y partidos políticos se han mostrado en contra de esta reforma aprobada por el Partido Popular y Ciudadanos.

El proyecto está lleno de irregularidades y de problemáticas surgidas que, de darse el visto bueno, se acabarían perpetuando en los casi 300 centros de atención primaria de la Comunidad. Aunque el presidente Garrido ha descartado su implantación en esta legislatura, no queda descartado que sea un recurso de cara al futuro. 

Los pacientes tendrán que adaptarse al nuevo horario, que provocará que los médicos de cabecera, enfermeros y pediatras que antes trabajaban por la tarde entren y salgan antes. A priori parece un cambio irrelevante, pero de 18.30 a 21.00 horas, se produjeron seis millones de consultas médicas en 2018, lo que representa un 15% del total de encuentros con los pacientes.

"Esta medida traerá a largo plazo reducciones de plantillas y un trasvase de pacientes a la sanidad privada, porque la gente si tiene un problema o bien se va a urgencias o bien se buscan la vida en la privada", asegura Marisa Fernández, portavoz de Comisiones Obreras (CCOO) en Atención Primaria.

Desde varios puntos de la sociedad civil esta nueva idea se percibe como una estrategia para que los pacientes acaben abrazando las pólizas de pago, ya que la alternativa puede resultar tediosa: el reducido equipo que quedaría de 'guardia' a partir de las 18.30 horas afrontaría la tarea de atender a un número indeterminado de pacientes, que ya llegarán sin cita. Algo así como una sala de urgencias, pero con una diferencia: llegadas las 21.00 horas, se 'cierra el mostrador' y la cola de pacientes pendientes se quedará sin ser atendida en el ambulatorio.

La única opción, a partir de esa hora, será desplazarse hasta las Urgencias de los hospitales. Sin embargo, este servicio lleva ya varios años saturado. En 2018 se observó un aumento del uso de Urgencias en los hospitales de España de un 22%, lo que demuestra una devaluación continuada del sistema de atención primaria y una pérdida de confianza de este sistema por parte de los ciudadanos, que perciben un aumento de las listas de espera y la saturación de los servicios médicos.

¿En qué beneficia al paciente este cambio?

No se puede garantizar que no se produzcan colapsos en las horas de atención sin cita previa

Los médicos y enfermeros atienden entre 50 y 60 pacientes por jornada, uno de los ratios más altos de Europa, lo que evidencia la falta de personal sanitario en España. Este piloto no contempla mejoras en este aspecto y puede que las agrave, ya que el pequeño equipo que atienda a los pacientes al final de la jornada también quedará al cargo de "cuestiones burocráticas que con el modelo actual se reparten durante toda la jornada", asegura Mariluz Peralta, directora del centro de salud Huerta de los Frailes, en Leganés, ambulatorio que se ha acogido a este modelo de prueba.

La directora y pediatra, que se muestra favorable a propuesta, valora el proyecto como positivo, aunque explica que no puede garantizar que no se produzcan colapsos en las horas de atención sin cita previa: "En ese caso habría que reorganizar los equipos que se quedan en ese horario", justifica. Peligra también eso que se conoce como "continuidad asistencial", que el paciente sea atendido siempre por el mismo médico.

El éxito o fracaso de este proyecto se calibrará en función de una serie de encuestas que se realizarán por los centros piloto, aunque ya se han denunciado irregularidades. Desde la Federación de Asociaciones para Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) aseguran que hay encuestadores por la mañana, en una franja en la que estos cambios no tienen efecto. Desde Podemos protestan por la falta de herramientas adecuadas para evaluar correctamente la implementación de este horario: "No hay indicadores que sirvan para evaluar el experimento, las encuestas son muy subjetivas", asegura Mónica García, diputada de la Asamblea.

Las condiciones laborales de los médicos de cabecera

Este modelo sólo es apoyado por dos sindicatos: La Asociación de médicos y titulados superiores de Madrid (AMYTS) y Coalición Sindical Independiente de Trabajadores - Unión Profesional (CSIT).

La presidenta de Atención Primaria en AMYTS, Alicia Martín -que además forma parte de la Comisión de seguimiento del proyecto- arguye que la razón para respaldar esta medida se debe a la necesidad de mejorar la situación de los trabajadores: "Las condiciones laborales no son buenas y los médicos se van a otras comunidades e incluso fuera de España, por lo que se necesitan cambios. Este es un inicio para que alguien haga algo en ese sentido, aunque tampoco es la solución". A su vez, admite que el proyecto aún no ha podido ser instaurado del todo, ya que hay centros que llevan "solo tres días, otros diez", por lo que sorprende la premura con la que se hacen valoraciones positivas.

"A medio plazo significará un recorte de plantillas. No ahora, no dentro de seis meses... pero de cara al futuro esa es la intención"

La Administración teme que no haya relevo generacional en la medicina pública española, porque las condiciones que ofrece la Comunidad de Madrid a los médicos de cabecera es rechazada por parte de la juventud que se incorpora al mercado laboral. El camino para invertir esta tendencia, sin embargo, desconcierta ya que, en lugar de mejorar la oferta, lo que propone el gobierno autonómico (PP) es mejorar los horarios de la plantilla, a pesar de las consecuencias negativas que pueda tener para el paciente: "A veces nos sobra presupuesto porque los médicos de cabecera jóvenes no aceptan el horario de dos a nueve”, asegura Mariluz, directora del centro Alpes que también se ha adscrito a este proyecto. Esta misma reflexión es apoyada por los sindicatos: “Aunque quieran camuflarlo, esto a medio plazo significará un recorte de plantillas. No ahora, no dentro de seis meses... pero, de cara al futuro, esa es la intención”, lamentan desde CCOO.

Este proyecto de suprimir el horario de tarde para que los médicos entren a media mañana plantea otro problema. Normalmente un mismo despacho es compartido por dos trabajadores, que se reparten la jornada laboral entre mañana y tarde. ¿Y ahora? "Para poder compaginar horarios han eliminado salas en algunos centros: una habitación que antes pertenecía al equipo de paliativos, ahora sirve para pasar consulta", cuenta Marisa, portavoz de CCOO de Atención Primaria. 

"Rechazamos la propuesta porque es un parche al problema de fondo, que es falta de recursos y personal acuciante en la atención primaria, además de una falta de planificación", añade la diputada de Podemos en la Asamblea, Mónica García.

¿Por qué se eligieron esos centros?

Es una incógnita que nadie ha sabido resolver. Los centros consultados aseguran que ha sido de manera voluntaria, pero hay un nutrido grupo de escépticos que ponen en duda esta teoría.

De los 14 centros, solo cuatro están situados en zonas donde el PP tiene la Alcaldía. El resto están en áreas donde gobierna el PSOE o Ahora Madrid. "Es imposible saber si esconde una intencionalidad política, porque no han dado ningún dato ni excusa ni análisis sobre el que se hayan apoyado”, declara García.

"La versión oficial es que son voluntarios pero tras las primeras negativas han tenido que convencerles. Les dio pánico y los directores asistenciales fueron visitando a los centros para convencerlos. Luego la plantilla votó en algunos centros, pero no en su totalidad. Hay un par de ambulatorios donde incluso votaron los médicos de la mañana, que no se ven afectados", declaran desde CCOO.

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