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Osos hibernando Cazan con cámara oculta a un padre y su hijo cuando mataban a unos osos que hibernaban

El progenitor ha sido condenado a pagar una multa de 8.500 euros, cinco meses de prisión y le han retirado el permiso de caza durante diez años. Su sucesor tuvo que abonar 1.600 euros y elegir entre 30 días de prisión o servicios comunitarios. 

Padre e hijo se felicitan tras matar de forma ilegal una osa en Alaska/ THE HUMANE SOCIETY

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La fundación The Humane Society de Estados Unidos ha conseguido el permiso para difundir unas brutales imágenes captadas por una cámara instalada para seguir la vida de los osos en Alaska. En ellas se observa a dos ciudadanos , Andrew Renner y su hijo Owen, disparar hasta la muerte a una osa negra y a sus dos crías que se encontraban hibernando en el hueco de un gran árbol de Esther, una isla en la parte noroeste de Prince William Sound, en la costa centro-sur del estado de Alaska. 

"Es evidente por el audio que el oso es consciente del peligro inminente y hace sonidos que indican su miedo. Los dos sacan sus armas y disparan varios disparos en el hueco, matando al oso incluso cuando los chillidos de sus cachorros de bebé llenan el aire", denuncia la fundación. Las imágenes muestran como, después de asesinar también a las crías, entre ambos sacan el cuerpo del oso de la guarida y se chocan con ánimo victorioso, y hasta se hacen una foto con el hijo levantando la pata del animal, antes de cortarlo en pedazos. 

Lo que no sabían los Renner era que su crimen había sido grabado por una cámara instalada allí como parte de un estudio del Departamento de Pesca y Caza de Alaska y el Servicio Forestal de los Estados Unidos. Incluso regresaron dos días más tarde al lugar donde habían asesinado a los animales para eliminar evidencias y pruebas. La grabación muestra como meten en bolsas los cuerpos de los cachorros y como se intentan deshacer del collar de rastreo de la madre que forma parte del estudios. 

Andrew Renner fue condenado a pagar una multa de 8.500 euros, cinco meses de prisión y la retirada del permiso de caza durante diez años

"Nunca podrán relacionar esto con nosotros", le dice el padre a su hijo. Pero una investigación policial identificó y juzgó a los asesinos. Andrew Renner fue condenado a pagar una multa de 8.500 euros, cinco meses de prisión y la retirada del permiso de caza durante diez años, mientras que su hijo Owen tuvo que abonar 1.600 euros y elegir entre 30 días en la cárcel o realizar servicios a la comunidad, así como aparcar la caza durante dos años, según ha afirmado la fundación. Una sentencia que no consideraron suficiente los animalistas, por lo que la organización PETA envió una carta al juez  del caso en la que le propusieron que obligara a los cazadores a ver una temporada completa de documentales de naturaleza de Joaquin Phoenix.

Aunque el vídeo ha salido ahora a la luz, los hechos tuvieron lugar en abril de 2018. Después de muchos meses de trámites legales, The Humane Society ha conseguido el permiso para difundir estas imágenes. El objetivo que persiguen es denunciar la crueldad y solicitar al Gobierno de Donald Trump que no modifique la actual normativa de caza, que permitiría en el futuro la caza de osos y otros animales salvajes, incluso en periodo de hibernación.

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