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Supercopa en Arabia Saudí Verónica Boquete: "Jugar la Supercopa en un país como Arabia Saudí es premiar al agresor"

En una entrevista con Público, la excapitana de la selección española de fútbol femenino y una de las mejores jugadores que ha dado nuestro país, se muestra rotundamente en contra de jugar campeonatos en países que no respetan los derechos humanos en general y de las mujeres en particular. 

Verónica Boquete / JuanJo-Martín EFE

Marisa Kohan

La propuesta de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de que cuatro equipos españoles jueguen la próxima Supercopa de España en Arabia Saudí no parece contentar a nadie. Si bien a Federación sigue afirmando que este destino no está aún cerrado, muchos dan por descontado que se trata del destino preferido de la institución y que, incluso, se ha llegado a negociar un paquete económico de 30 millones de euros anuales a lo largo de los próximos seis años, lo que podría suponer unos ingresos totales cercanos a los 180 millones de euros.

El Gobierno en funciones también se ha declarado en contra del destino, pero afirma que no puede impedirlo. Unidas Podemos se manifestó contraria a esta iniciativa de la Federación, afirmando que supone "blanquear violaciones de derechos humanos por dinero". Desde distintos estamentos deportivos y políticos se ha criticado esta decisión de la RFEF. Tanto la UEFA como la FIFA, han mostrado su malestar y han recomendado a sus afiliados que no acudan a disputar este tipo de torneos en países en los que existen claras violaciones de derechos humanos.

Arabia Saudí es un claro ejemplo de este tipo de países. No sólo mantiene una férrea prohibición de los derechos más básicos de las mujeres, sino que es un país señalado internacionalmente por violar los derechos a la libertad de expresión, está acusado de la desaparición y asesinato de periodistas y activistas y de violar la legislación internacional liderando una guerra ilegal contra Yemen que ya dura más de cinco años.

Uno de los temas que más ampollas han levantado en los últimos días, es la posibilidad de disputar el torneo en un país en el que las mujeres ni siguiera pueden entrar libremente a los estadios. Desde hace unos meses, se les permitió la entrada, pero siempre que fueran acompañadas por un varón y que se mantuvieran en zonas específicas sin mezclarse con los hombres. Distintas organizaciones han mostrado su disconformidad con una iniciativa que parece muy alejada de los intereses deportivos y condicionada por intereses económicos oscuros. "No todo vale" ha sido la frase más repetida en relación a este tema.

​Desde la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), afirman rechazar categóricamente cualquier tipo de discriminación por razones de sexo y que por el contrario la combaten. "Como sindicato de un país democrático, la igualdad es clave para nosotros y la debemos defender aquí y en todos los foros y eventos internacionales". Sus portavoces consideran que organizar la Supercopa en un país como Arabia Saudí supone "un retroceso, sobre todo por respeto a las mujeres y a ese concepto de igualdad como valor, y obviar la existencia de discriminación y grave segregación que sufren las mujeres" en dicho país.

"La AFE no tiene por menos que mostrar su rechazo a que se blanqueen escenarios deportivos y se obvien esos derechos de las mujeres, porque si algo significa el deporte es todo un conjunto de valores, de valores humanos, y desde luego el de la igualdad es uno de los fundamentales".

En comunicación con Público, en el sindicato afirman ser "contrario a esas posiciones" y esperan que la RFEF lo valore, "sobre todo porque comparte el punto 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible [de Naciones Unidas] de lucha contra la discriminación de la mujer y la apuesta por la igualdad".

Este periódico intentó recabar el parecer de los cuatro equipos de fútbol que, según la nueva estructura acordada por la RFEF, disputarán este año la Supercopa: FC Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Valencia CF. Sólo dos de ellos respondieron y fue para decir que no comentaban sobre el asunto. Desde el FC Barcelona, un protavoz afirmó que el club no comenta sobre especulaciones y que por ahora no tenían ninguna información que afirmara que la Supercopa se vaya a disputar en Arabia Saudí. Desde el Atlético de Madrid respondieron con una escueta línea a través de un mail que afirma que:  "No vamos a hacer ningún comentario al respecto. Gracias".

Tampoco otras federaciones deportivas han querido entrar en el tema. Entre las pocas que respondieron a la llamada de este diario, niguna quiso hacer declaraciones. La Federación de Baloncesto se limitó a responder que sólo organizan torneos en territorio español, y que era lo único que iban a decir al respecto. 

Deportistas en contra

No sólo organizaciones profesionales y deportivas han mostrado su rechazo a que la Supercopa se lleve a cabo en un país como Arabia Saudí (o incluso Catar, que según la RFEF podría ser otra sede). También algunos deportistas han criticado con rotundidad esta idea. Es el caso del atleta Roberto Sotomayor, atleta español tres veces campeón de Europa y dos veces subcampeón del Mundo. En su cuenta de Twitter ha afirmado recientemente que que le parece "vergonzoso que la
@rfef quiera llevar la SúperCopa de España a un país (Arabia Saudí) donde se vulneran sistemáticamente los derechos de la mujer. No sé qué manía nos ha entrado con llevarnos las competiciones a países de dudosa democracia".

Otra deportista que se manifiestan totalmente en contra es Verónica Boquete, futbolista que fue capitana de la selección Española de fútbol femenino y que desde hace una década juega en equipos fuera de nuestras fronteras.

En una entrevista telefónica desde su actual destino en Salt Lake City (Utah, EEUU), se mostró rotunda al afirmar que los intereses económicos "no pueden estar por encima de cualquier otra cosa", incluso de los derechos humanos.

¿Qué opina de la idea de la RFEF de disputar la Supercopa en un país como Arabia Saudí?

Si se confirma, creo que es un ejemplo más de la falta de valores o de la crisis moral que tiene la sociedad en la que estamos viviendo actualmente. Porque representa la victoria del dinero y del negocio por encima del deporte, por encima de cualquier otra cosa.

Lo hemos visto en otras ocasiones, como en este último mundial de atletismo que se estaba disputando en Doha, o Mundiales que se han disputado en países que tal vez no eran los que más lo merecían. A veces se premian cosas que para el resto del mundo son muy difícil de entender, porque lo único que vemos es que se quiere negocio a toda costa con el deporte y el mensaje que se da es que todo vale,  que lo único que importa es el dinero.

Es un poco el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Cuando veo que se usa el deporte como en este caso, me duele porque no representa para nada los valores del deporte o lo que la mayoría de los deportistas queremos transmitir con él. 

El año pasado ya se celebró la Supercopa en Marruecos. Tal vez la afición no entienda que una competición así se haga fuera de nuestras fronteras, o que se elijan destinos tan cuestionados.

El hecho de que una competición como esta se lleve afuera, tal como afirmó en algún momento La Liga, puede ser una manera de expandir el mercado, de dar a conocer la liga española en otros sitios y hay situaciones en las que lo puedo entender. El problema es a dónde vas y a que coste o a qué precio. Evidentemente, si vas a un país en donde no hay derechos humanos, creo que es premiar al agresor y premiar algo que no es justo y que se ha de cambiar.

Si la Federación sigue adelante, ¿cree que los clubes y los futbolistas deberían plantarse y manifestarse en contra de jugar en países donde se violan derechos humanos?

Eso es meternos en la cabeza de mucha gente. Hay mucha gente, muchos intereses, muchos directivos que toman decisiones, muchos jugadores que a nivel social no están tan comprometidos… no lo sé.

Sólo puedo hablar a nivel personal, y evidentemente a mí no me gustaría jugar en un sitio donde vulneran los derechos humanos. Pero creo que desde las instituciones se están haciendo cosas. UEFA y FIFA aconsejan a las federaciones y a las asociaciones miembro no jugar en países así. Espero que la Federación española lo tenga todo en cuenta e intente tomar la mejor decisión tanto a nivel moral, como ético, económico y deportivo. Veremos qué postura gana y a partir de ahí decidiremos si estamos de acuerdo o no y si los clubes y los jugadores lo aceptan o realmente hacen algo en esa lucha.

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