Alicia y Laura, una pareja de mujeres valencianas, tienen la intención de salir este año juntas en todos los eventos de las Fallas. Ambas quieren vestirse con la ropa tradicional de la fiesta: Alicia con el vestido, el corpiño y los moños característicos y Laura con el traje de saragüell (chaleco y calzón).

Pero se han topado con un reglamento de la Junta Central Fallera (JCF) que impone, bajo amenaza de sanción, una vestimenta a los hombres y otra a las mujeres.

"La Fallera deberá lucir el tradicional traje de valenciana. (...) No se permitirá la utilización de prendas masculinas por falleras, en actos oficiales, con independencia del cargo que ocupen. A estos efectos, se considera el blusón o blusa prenda masculina".

Según el reglamento, las mujeres sólo pueden vestirse con atuendos femeninos y los hombres con los propios masculinos. Una discriminación de género que las jóvenes no han dudado en criticar en un hilo en su cuenta de Twitter. "La sociedad avanza", expresan ambas. 

La falla Castellón-Segorbe, a la que pertenecen, apoya la iniciativa de ajustar un reglamento que resulta anacrónico, pero se enfrenta a una sanción de la Junta. 

Su queja no se limita al vestuario, sino que reflexiona también sobre las acciones y las diferencias en el curso de la ceremonia. En su petición, plantean que ambas querrían ir juntas del brazo en la exaltación y en la ofrenda a la virgen, pero, como se explica en el hilo, las personas de indumentaria "masculina" deben ir detrás o delante, siempre separadas.

Otras parejas, tanto dentro como fuera del colectivo LGTB, junto a agrupaciones feministas han mostrado su apoyo a las demandas de Alicia y Laura, que tienen por objetivo acabar con los constreñidos roles de género en la fiesta valenciana.

Las normas deben adaptarse a la realidad

Tras la llamada de atención de Alicia y Laura, la Junta Central Fallera -el organismo regulador de la fiesta valenciana- está dispuesta a reformar y actualizar el reglamento para que las bases se correspondan con la realidad vigente y todas y todos las valencianas y valencianos se sientan identificados y cómodos con su fiesta regional. 

"Nos hemos dado cuenta de que tiene que cambiar", explican fuentes de JCF, que se muestran comprensivas con las demandas respecto a la indumentaria.

De hecho, no es la primera vez que las normas han provocado una oleada de críticas por parte de la comunidad fallera. 

En 2016, la Junta tuvo que hacer frente a una polémica generada por un documento que publicó donde advertía a las falleras mayores y sus cortes de honor que en los actos oficiales debían evitar las transparencias y escotes "excesivos". Recomendaban, en definitiva, apostar por atuendos más recatados y prudentes.

Ante la indignación que generó el texto, la directiva de la JCF manifestó su intención de llevar a cabo una "profunda revisión" de la normativa.