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Los efectos del estancamiento de la lucha contra el hambre en el mundo recaen en los jóvenes

El hambre sigue siendo una amenaza grave o alarmante en 43 países.

Genet Wolde  de 25 años, forma parte de un proyecto de Ayuda en Acción en la zona de Wolaita, Etiopía.
Genet Wolde de 25 años, forma parte de un proyecto de Ayuda en Acción en la zona de Wolaita, Etiopía. Cedida por Ayuda en Acción

Las consecuencias del estancamiento de la lucha contra el hambre en el mundo recaen en los jóvenes. Así se revela en el informe de Global Hunger Index (GHI) de 2023, donde se establece que los avances en la lucha contra el hambre en el mundo han sido apenas significativos a nivel global desde 2015. Una problemática que incide especialmente en la juventud, que paga el precio de este estancamiento. 

Aunque es cierto que algunos países muestran mejoras notables, la situación general resulta alarmante. La subalimentación, uno de los indicadores utilizados por el Global Hunger Index para medir el hambre, ha aumentado y el número de personas que la sufren ha pasado de 572 millones a unos 735 millones desde 2017. La puntuación del GHI de este año ha aumentando levemente hasta situarse en 18,3.

Según este estudio,  —elaborado por WHH y Concern Worldwide, y traducido por Ayuda en Acción— Asia meridional y la zona del continente africano al sur del Sáhara son las regiones con unos niveles de hambre más altos, llegando a una puntuación GHI de 27,0, que se traduce en un estado de gravedad. Aunque estas dos zonas pasaron por mejoras significativas entre los años 2000 y 2015, la realidad es que los progresos llevan estancados desde 2015.

Nueve países presentan niveles alarmantes de hambre: Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Lesoto, Madagascar, Níger, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. En otros 34 la situación se califica como grave. El GHI también informa de que la situación ha empeorado en 18 países que presentan cifras moderadas, graves o alarmantes.

"La situación apunta a que será más grave en el futuro, porque se auguran más concatenaciones de crisis para las que aún el mundo no está preparado", explica Alberto Casado, Director de Incidencia de Ayuda en Acción, quien añade que "la aceleración de la crisis climática no genera solo crisis relacionadas sequías, inundaciones o tormentas extremas".

La Organización de las Naciones Unidas tiene como uno de sus objetivos poner fin al hambre mundial y estableció el 2030 como año límite para reducir de "moderado" a "bajo" los problemáticos índices globales enmarcados en la Escala de Severidad del hambre. Algo que parece lejos de cumplirse.

Aunque el objetivo inicial de la ONU de mejorar la situación global y estabilizar las cifras pudiese sonar prometedor hace años, la realidad que muestra el análisis de GHI es que, al ritmo actual, 58 países no tendrán un nivel bajo de hambre en 2030.

La juventud, el grupo más perjudicado

La soberanía alimentaria hace referencia al control de los pueblos sobre sus propios sistemas de producción y consumo alimenticio. Que este poder -considerado, además, un derecho por diversas organizaciones- no sea una realidad en muchas partes del planeta, es para Wendy Geza y Mendy Ndlovu, de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), uno de los mayores problemas relacionados con el hambre en la actualidad.

Las mujeres y niñas son el 60% de personas que padecen hambre en el mundo

Las jóvenes indican en un ensayo sobre el tema que la juventud es el grupo más afectado por estas problemáticas. Hay un total de 1.200 millones de personas jóvenes en el mundo, la cifra más alta de la historia. Aunque es complicado encontrar datos concretos, Geza y Ndlovu establecen que esta parte de la población sufre el hambre de manera grave en la actualidad y que, si no se llevan a cabo medidas de mejora, continuarán sufriéndola en el futuro. El género es también un factor destacable: las mujeres y las niñas representan alrededor del 60% de las personas que padecen hambre grave en todo el mundo.

La colonización, los malos gobiernos, la capitalización de los sistemas alimenticios, la rápida reproducción de monocultivos en la agricultura y algunas graves consecuencias de la Revolución verde son algunas de las características a las que la población mundial se enfrenta a diario. Los jóvenes tendrán que seguir enfrentándose a ellas en el futuro si no se hace nada al respecto.

Recomendaciones

El Global Hunger Index ofrece algunas pautas recomendables a seguir para paliar el hambre a nivel global. Estas implican a las personas jóvenes y les dan importancia como sujetos activos del cambio. Sin embargo, aunque el estudio establece que las miradas al futuro son indispensables, los problemas actuales relacionados con el hambre son alarmantes y necesitan soluciones rápidas y eficaces a corto plazo.

Recomendaciones del GHI

  • Invertir en la capacidad de las personas jóvenes para liderar la
    transformación de los sistemas alimentarios.

    Poner el derecho a la alimentación para todas y todos en el centro de la transformación de los sistemas alimentarios.

  • Invertir en sistemas alimentarios sostenibles, equitativos y resistentes para garantizar que ofrezcan medios de vida viables y atractivos a la juventud.

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