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Una familia acusa de "negligencia" a una residencia de mayores y al hospital de Melilla tras la muerte de un hombre

Los familiares denuncian la falta de atención recibida. El fallecido, dependiente y con alzhéimer, bebió de una botella con desinfectante. Fue dado de alta y pocas horas después trasladado de nuevo al centro médico. El caso está judicializado.

Fotografía de archivo de dos ancianos en una residencia para mayores.
Fotografía de archivo de dos ancianos en una residencia para mayores. EFE

L.A.R., dependiente y con alzhéimer, fue ingresado el 25 de julio de 2023 en el Centro Polivalente de Servicios para Personas Mayores de Melilla. Hasta las 19.30 horas del pasado 2 de enero iba "todo bien", como asegura su entorno. L.A.R. murió este martes a los 64 años tras, según sus familiares, una "negligencia" tanto de la residencia como del servicio de urgencias del hospital donde permaneció los últimos días. La familia ha presentado una denuncia ante la Policía y el caso, a falta de los resultados de la autopsia, permanece judicializado.

Uno de los hijos del fallecido visitó a su padre en la residencia, dependiente del Imserso, el 2 de enero. No notó nada ni apreció ningún síntoma. Ese mismo día, sobre las 21 horas, una llamada desde el centro les alertaba de que L.A.R. había bebido de una botella con desinfectante y era trasladado a las urgencias del hospital comarcal de Melilla, sin dar más detalles. Según el relato de la familia, fue dado de alta durante la madrugada del 3 de enero y llevado de vuelta a la residencia.

Sin embargo, unas pocas horas después, reciben un nuevo aviso: había que llevar de nuevo al hospital al hombre, con fiebre, baja saturación de oxígeno y dificultad respiratoria. La familia denuncia que la residencia les "intentó engañar" cuando les dijo que los traslados a urgencias no guardaban relación entre sí y que L.A.R. habría "cogido frío en la ambulancia e incubado una pulmonía en pocas horas".

Los familiares critican que desde el centro en ningún momento se dio importancia a que el fallecido bebiera un desinfectante. Y mucho menos se explican cómo es posible que pudiera tener acceso a una habitación con productos tóxicos que, según denuncian, se encontraba abierta. Tampoco entienden por qué el servicio de urgencias del hospital le dio de alta en un primer momento. Ellos tienen claro que la ingesta del líquido derivó "en una fuerte sepsis provocada por las múltiples heridas y quemaduras en lengua, garganta, esófago y pulmones".

Fuentes de la residencia consultadas por este diario alegan que "siempre" mantienen los productos de limpieza "bajo supervisión" y que nunca los tienen "al alcance de los residentes". Sobre L.A.R, un hombre dependiente con las facultades cognitivas deterioradas, pero con movilidad física, se limitan a decir que están analizando lo ocurrido y que están colaborando con la Policía en todo lo que les solicita. 

Falta de personal y recursos

Los sindicatos han denunciado en diferentes ocasiones la falta de personal y recursos que sufre la residencia. Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre CSIF, según informaron medios locales, salió al paso de unas declaraciones de la directora territorial del Imserso, Verónica Aznar, que había anunciado una ampliación de plantilla. Para la central sindical, lo único que se hizo fue cubrir interinidades que ya se estaban prestando.

CSIF asegura que, a pesar de que se incorporaron algunos profesionales tras la última oferta de empleo, no se ha llegado a ampliar los efectivos de atención directa. El sindicato crítica la existencia de turnos de fines de semana que operan bajo mínimos y que los traslados y las jubilaciones están dejando puestos vacantes que no se están cubriendo. Asimismo, piden al Imserso que haga un esfuerzo para dotar al centro de los materiales que necesita y para mejorar el sistema de climatización y así evitar el "estrés térmico" que sufren los trabajadores y los residentes, tal y como recogió en su momento El Faro de Melilla.

Desde la residencia insisten sobre el caso de L.A.R. en que, de momento, "no hay pruebas". Defienden que hasta que no haya un documento oficial, es decir, los resultados pendientes de la autopsia, "todo son conjeturas", en referencia a la ingesta del desinfectante como posible causa de la muerte.

L.A.R. permaneció cerca de una semana ingresado en el hospital comarcal de Melilla. Desde un primer momento, la familia avisó de lo que les dijeron en la residencia: había bebido un producto tóxico, pero no sabían la cantidad; no les dijeron más. Consultados por este diario, desde el centro médico comentan que en todo momento se siguieron los procedimientos y que, al estar el caso judicializado, no van a hacer más declaraciones.

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