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Las restricciones al tráfico en torno a las escuelas de Madrid, la gran promesa incumplida de Almeida

Más Madrid denuncia que el Ayuntamiento no está restringiendo lo suficiente la circulación de coches cerca de los colegios y las organizaciones de padres y madres urgen a actuar para alejar el ruido la contaminación de las aulas. 

Un taxi circula por una Calle Escolar de Madrid, en la Calle Valverde.
Un taxi circula por una Calle Escolar de Madrid, en la Calle Valverde. Christian González

Pacificar los espacios escolares, sacar los coches de las calles circundantes y proteger los colegios del tráfico y la contaminación asociada. Era una de las medidas estrella de José Luis Martínez-Almeida, que en 2021 prometió que su ciudad, Madrid, seguiría la estela de otras urbes europeas que han restringido el tránsito de automóviles en los aledaños de las escuelas para dar seguridad a los menores. Sin embargo, a escasos meses de que la legislatura termine, los proyectos parecen haber quedado en saco roto.

El Consistorio impulsó una estrategia urbana con un proyecto piloto para que nueve escuelas pudieran mantener lejos los coches para mejorar la calidad del aire, reducir el ruido y dar una mayor seguridad a los menores a la salida de las clases. En algunos de ellos, como por ejemplo el CEIP Fernández de Córdoba, en el distrito Latina, la actuación solo se ha limitado a ajardinar espacios y colocar algunas zonas de juego, pero los vehículos a motor siguen transitando por las calles aledañas, algo que denuncian desde las asociaciones de padres y madres, agrupadas en el colectivo Revuelta Escolar. En el resto de centros educativos, las reformas todavía están en ejecución, según la propia web del Ayuntamiento.

Yetta Aguado, portavoz de la plataforma que lleva organizando cortes de tráfico en algunos coles de Madrid desde hace un año como señal de protesta, considera que las acciones del Ayuntamiento son "insuficientes" y acusa al Gobierno municipal de implementar simples medidas vacías que no actúa sobre la raíz del problema. "Son michos factores donde hay que intervenir. Desde la habitabilidad, la calidad del espacio y que este esté adaptado a los niños y niñas", dice.

A los proyectos piloto de estos nueve centros escolares, se agrega la extensión de las denominadas "calles escolares", vías urbanas que dan acceso a las escuelas a las que los AMPAS pedían el cierre al tráfico, al menos en las horas de entrada y salida de las clases.

"El Ayuntamiento simplemente ha pintado unas señales de colores en el suelo, que la mayoría ya están borradas, y ha colocado un límite a 20 kilómetros por hora sin controlar que se cumpla. Han hecho una trampa, porque en la ordenanza hablaban de restricciones al tráfico y para ellos, con rebajar la velocidad, ya se considera una restricción", denuncia Aguado. 

La pacificación de las zonas colindantes a los colegios e institutos es una de las grandes luchas sociales del siglo XX. En parte, las organizaciones de padres y madres, además de colectivos ecologistas, buscan reducir el impacto del vehículo motor en la salud pública. No sólo para evitar atropellos, sino para reducir la exposición de los menores a la contaminación acústica y a la polución que sale de los tubos de escape, la cual es la culpable cada año de 543.000 muertes infantiles prematuras, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A las críticas se suma Más Madrid, que denuncia que el Ayuntamiento ha denegado en varias ocasiones una petición explícita para cortar el tráfico en la entrada y salida de los menores de un colegio de San Blas, el CEIP Ciudad Pegaso. Carolina Pulido, concejala del partido madrileño, considera que en este tema "Madrid se ha quedado a la cola de Europa" y cree que todo lo que se ha podido ejecutar es "maquillaje".

"No han podido poner en práctica el proyecto piloto y no han aprobado ninguna intervención integral con cortes de tráfico, es asombroso. Ahora mismo, casi todas las ciudades y capitales europeas están tomado medidas para pacificar el tráfico en los colegios, pero Almeida no sigue esa línea. Hay una clara falta de voluntad política para hacer de Madrid una ciudad más habitable", denuncia la política. 

Según informan desde el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, se ha actuado ya sobre 251 colegios y aseguran que en algunos casos sí se procede a cortes de tráfico con vallas, algo, dicen desde el Consistorio, que se venía haciendo incluso antes de que se impulsara el plan para buscar entornos escolares seguros. En algunos de estos colegios, según explican fuentes municipales, no se pueden practicar cierres de tráfico ya que se encuentran en avenidas principales y en cada uno de los casos se realizan medidas "acordes a la situación". 

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