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Ribera d’Ebre La pérdida de agricultores deja a Catalunya con unos bosques sin cortafuegos naturales

Incendios como el reciente de la Ribera d’Ebre (Tarragona) generan cíclicamente una gran alarma social. Sin embargo, tanto la Administración como la sociedad pueden hacer mucho más para prevenirlos, o al menos mitigar su velocidad e incidencia. 

El incendio descontrolado en la Ribera d'Ebre. EFE

Ander Zurimendi

El gran incendio de la Ribera d’Ebre ha vuelto a colocar en el foco mediático la gestión del fuego en Catalunya. De conversaciones de bar al telediario, el estallido de cada nuevo gran incendio abre cíclicamente el debate social. Sin embargo, el sector tiene bastante claro que sólo con una buena gestión forestal se podrán prevenir los grandes incendios (o se facilitará la tarea y movilidad de los bomberos).

Así ha sido en el caso de la Ribera d’Ebre, donde Marc Castellnou, jefe del Grupo de Actuación Forestal (GRAF) de Bombers de la Generalitat, explica que donde más sencillo ha resultado controlar el incendio ha sido en las zonas con presencia alta de almendros y olivos, así como donde había grandes campos de cultivo. "En cambio, allí donde el mosaico estaba abandonado desde hacía 20 años, con mucha gramínea, ha quemado muy rápido. Y es donde más dificultades hemos tenido ", comenta. De hecho, Castellnou lo presenta así: "Está claro que necesitas tener el sistema de extinción de fuegos del Cos de Bombers preparado, a nivel técnico y de recursos ... Pero ante el cambio climático, que genera episodios de sequía más grandes, si tienes el territorio abandonado y despoblado será igualmente muy difícil la tarea de extinción de grandes incendios".

"Tenemos que entender que Catalunya quemará en el futuro, pero está en nuestras manos el cómo lo hará", explica Jordi Vendrell

La crisis climática apresta y ha alargado la temporada de fuegos en Catalunya: ahora ya empieza antes de San Juan y no terminará hasta octubre. Dada la constatación de que los fuegos no desaparecerán (al contrario, van al alza, incluso con el surgimiento de macro-incendios como los de California y Portugal), cada vez son más las voces que señalan que la clave de bóveda de todo ello se encuentra en la dinamización de la vida en el campo. Jordi Vendrell, responsable de I + D de la Fundación Pau Costa, explica: "Tenemos que entender que Catalunya quemará en el futuro, pero está en nuestras manos el cómo lo hará: ¿más intensamente o menos? ¿Con mayor impacto o no tan severo? Aquí es donde tenemos que hacer y decidir".

Reducir el combustible que se amontona en los bosques

De hecho, los incendios dependen de tres grandes factores. Con los dos primeros no hay posibilidad de actuación: la meteorología y el tipo de topografía. En el tercer factor, en cambio, el ser humano sí puede incidir aquí y ahora. Se trata del conocido como "combustible", que son el matorral, las arboladas y restos de masa bioforestal que se ha ido acumulando en los bosques en los últimos años. La cantidad del combustible es muy elevada, debido al abandono de los campos de pasto y agricultura, que ha provocado un proceso de reforestación de los campos. "Esto provoca fuegos tan intensos y que se propaguen a tanta velocidad que nunca tendremos suficientes recursos para controlarlos antes de que hayan afectado a una gran superficie", explica Vendrell. Y lo ejemplifica de formas gráfica: "Es como el ébola: no podremos evitar la propagación del virus, por más hospitales que construimos uno tras otro, si no hay médicos detrás que expliquen las formas de control y prevención".

Esto provoca fuegos tan intensos y que se propaguen a tanta velocidad que nunca tendremos suficientes recursos para controlarlos", asegura el responsable de I + D, Jordi Vendrell 

De aquí que Vendrell defienda afrontar el problema de otra manera: con una gestión del paisaje cuidada. "Hay que reducir el combustible que se acumula en los bosques, generando paisajes resistentes y resilientes", añade. ¿Qué supone? Una buena política agraria (dinamizando las tierras de cultivo y ganadería) y una buena política forestal (con una gestión y aprovechamiento de la biomasa). Repoblar el campo y fortalecer la economía local.

Por ello, el papel del campesinado es capital. Jaume Adrover, agricultor en Sa Salvatjina Coop y activista mallorquín del colectivo ecologista Terraferida, añade: "La desgracia es que nunca se ha reconocido socialmente la contribución de los agricultores, ni se les paga correctamente". De hecho, la mutación de las economías en el último siglo, perdiendo la mayor parte de su sector primario en beneficio de la industria y los servicios, ha supuesto un éxodo rural. Y allí donde había campos de cultivo y tierras de pasto, ahora crecen pinares sin control ni gestión. Potencial combustible. Antes, en cambio, los campesinos tenían cuidado de las tierras, marcando caminos de paso, construyendo bancales de piedra seca, dejando sus fincas limpias de matorral ... Además, un rebaño de ovejas podía dejar limpia de hierba una campa, mientras que las extensiones con bancales de viña, de olivos y almendros configuran un cortafuegos natural.

"Necesitamos mosaicos agroforestales no homogéneos"

Vendrell matiza: "Alerta, esto no quiere decir que propongamos hacer campo de cultivo de todo el territorio, de norte a sur, ya que tampoco es positivo un monocultivo como la Plana de Lleida, en todo el país. Necesitamos mosaicos agroforestales no homogéneos, ya que cuando una gran parte del territorio es igual, es muy vulnerable a un fuego ". Una buena ordenación del territorio, pues.

Esta variedad en los usos del suelo supone la existencia de unos "cortafuegos" naturales, pero también que permite generar oportunidades para los cuerpos de extinción. O sea, que los bomberos tengan accesos más fáciles y seguros en todo el territorio (y de las zonas afectadas por un eventual incendio), de tal manera que los puedan controlar con más celeridad y seguridad física. Justamente como explica Marc Castellnou el caso de la Ribera d’Ebre.

Las vías para reducir este "combustible" no sólo pasan por reducir la superficie de arbolado continuo (gracias a pastos y cultivos), sino también por aprovechar y extraer la energía de la biomasa. "Antes se hacían cepas, tablones y barcas, con la leña de los bosques", explica Adrover, haciendo poda de abajo arriba. También las explotaciones de alcornoques, con ejemplos en Catalunya pero siendo un sector a la baja, sirven para hacer una gestión forestal que extrae beneficio del bosque, a la vez que lo conserva. "Ciertamente, una economía rural muerta está condenada", remata Vendrell.

Comprar al campesinado local ayuda a cuidar el territorio

¿Y qué se puede hacer para revivir la economía rural? ¿Y quién lo tiene que hacer? "Diría que es un cúmulo de todo", explica Vendrell. "Desde las administraciones, pero también desde la sociedad". Y cita el modelo de consumo -especialmente alimentario- como una vía para fortalecer el mundo rural. "Si participas de una cooperativa de consumo, o vas al mercado de labranza, o compras a los productores de proximidad ... Pues estás fortaleciendo sus proyectos productivos, que son los que cuidan del territorio", explica Vendrell. Igualmente, otra vía de apoyo puede ser visitar y colaborar con los pequeños productores de viña, "que están recuperando bancales y bancales". Dicho de otro modo: apostar por los proyectos del campesinado local equivale, en cierta medida, a fijar gente en el territorio. Por el contrario, el modelo de consumo actual, en el que el 80% de la cesta de la compra de las unidades familiares catalanas proviene de un supermercado, no lo hace.

"Hay que entender la gestión del riesgo de incendio como una oportunidad para el desarrollo rural", apuntan desde Terres de l’Ebre

También las administraciones locales tienen camino por hacer, siendo el Banco de Tierras generado en el Ayuntamiento de Navàs (Barcelona), el Parque Agrario de Sabadell y los proyectos agroecológicos de Alimentamos Collserola, son algunas de las iniciativas más sugerentes de la última legislatura municipal. Igualmente, las conocidas como "anillas verdes", que rodean algunos municipios, son espacios de oportunidad para proyectos productivos que gestionen correctamente muchas hectáreas hasta ahora en situación de abandono.

Una línea defendida también por la CUP en las comarcas del sur. Desde el núcleo de Terres de l’Ebre apuntan que "hay que entender la gestión del riesgo de incendio como una oportunidad para el desarrollo rural, reconociendo el papel de las actividades agrarias y forestales en la gestión del combustible y su relación con la calidad del paisaje y otros servicios ambientales. No es un reto fácil, y no se puede lograr en poco tiempo, pero hay que cambiar ya el modelo e implementar políticas y directrices que vayan en este camino. Si no es así, la alternativa es muy clara: vamos a sufrir grandes incendios y nuestras comarcas y pueblos continuarán abocadas a la ruina económica y la despoblación ".

Los conocimientos "antiguos" de los campesinos de antes

Asimismo, Gerard Batalla (campesino y miembro del colectivo Som lo que sembrem), ha abierto un debate en las redes sociales en torno a la falta de traspaso intergeneracional en los conocimientos que tenía la agricultura tradicional. Apunta algunas anécdotas, escuchadas en boca de veteranos agricultores, sobre cómo gestionaban el fuego en plena época de siega. Básicamente, combinando hacer surcos en el suelo con la crema lenta de unos pocos metros de sembrado (de forma que cuando el fuego llega se queda allí muerto). O incluso hacerlo de forma controlada, sin ningún incendio a la vista, como método de prevención y defensa de la cosecha.

De aquí que Batalla se cuestione "qué tipo" de agricultor necesita la custodia del territorio. "Deberían ser agricultores como estos, que entendían algo de fuego. A los que la moderna agricultura y la administración han ido arrinconando. Mi generación estamos muy lejos de estos conocimientos. Ya somos más bien granjeros o tractoristas. Profesionales y especializados. Dominamos las materias activas de los fitosanitarios, el GPS y todo tipo de tecnología. Pero de fuego no sabemos gran cosa, está criminalizado quemar y somos dependientes de funcionarios en esta materia" (consultar el hilo entero).

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