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Recycled J: "Me gusta la vanguardia y deconstruirme y cuando se escucha mi música se ve que no soy un carca"

Recycled J, músico madrileño, posa en la calle para Público
Recycled J, músico madrileño, posa en la calle para Público. JOSE CARMONA

Jorge Escorial es Recycled J (Madrid, 1993) y está a unos meses de entrar en la treintenta. Este fin de semana ha actuado en el Teatro Circo Price tras agotar entradas en pocas horas y junto con Natos y Waor este verano se ha pegado un baño de masas con conciertos multitudinarios por toda España tras su disco conjunto.

Recycled J está en su mayor pico de éxito y este viernes ha estrenado un nuevo tema, 150 Canciones. Amor y optimismo para contradecir su último EP, Sad Summer. Estresado y con la responsabilidad de gestionar todos los detalles de su proyecto, atiende a Público y pone el móvil en modo avión, la única manera de que pare el bombardeo de mensajes.

Este verano has compaginado tu gira en solitario con Hijos de la Ruina, tu grupo junto a Natos y Waor. 

Este último verano me ha quitado años de vida [Risas]. Este año me cuidaré más, pero decíamos que iban a ser 40 conciertos y fueron cincuenta y pico. De abril a septiembre pasó volado, hay que aprender a lidiar con ello. Con buena alimentación y buenos ritmos, perfecto. Pero en verano con los festivales eso no es algo que se estile [Risas].

Este verano estaba el viernes en Galicia con un show mío y al día siguiente iba a Barcelona con Hijos de la Ruina, ha habido mucha locura.

Te habrás visto cantando la misma canción varios días seguidos. ¿Llega a hacerse aburrido?

Me siento muy orgulloso de lo que hago y no voy a decir: "Uf, esto es como la mina". Pero una canción de hace cuatro años intento reversionarla. No se parecen en nada de lo que se grabó al directo, con los años las cambio. Pero basamos nuestros directos en la reacción del público y no en lo que yo quiera hacer.

Si una canción funciona la tengo que tocar, porque sin ella no estaría aquí. ​Pero si toco alguna canción antigua y veo que el público no reacciona bien, no la vuelvo a tocar. Por ejemplo, con Hijos de la Ruina tocamos canciones de 2012 y yo de mi discografía en solitario como mucho me remonto a 2016.

Si no lo supiéramos, sería imposible pensar que Natos y Waor y tú tenéis un proyecto común porque vuestros sonidos son muy diferentes.

Natos, Waor y yo venimos del mismo agujero y cuando nosotros empezamos hubo muchas cosas que nos unieron. 

"Natos, Waor y yo venimos del mismo agujero"

Tenemos formas de entender la vida... La música y la amistad nos unieron y son lazos más fuertes que tener canciones con millones de reproducciones. En las primeras colaboraciones teníamos más puntos en común y ahora estamos más diferenciados, pero con ellos saco la parte que no saco en mi proyecto.

¿Cuesta volver a la rutina tras una gira intensa?

Me encanta, al revés. Cuesta volver a habituarse a la normalidad porque el lunes es mi sábado y el martes mi domingo, pero hay que seguir haciendo cosas. Entras en una rutina que te mata y hay que lidiar con esos ritmos. Por ese lado es agotador, pero no hay cosa que me guste más que vivir lo que me hace feliz. Hacer la compra y cosas así me encanta. Me costaría más hacer una gira y luego ir a Nueva York o algo así que lidiar con mi vida de humano [risas]. Además, durante la normalidad es cuando sacas momentos para crear.

Tu sonido cada vez se aleja más del rap y del hip hop.

Me gusta destruir de donde vengo, porque me hace aprender. Yo vuelvo mucho a mis orígenes, pero una cosa es el trabajo y otra es la exposición. Sigo haciendo canciones de rap y muchos registros en esa gama de colores, pero a la hora de contar un relato tengo que mantener una narrativa. Cuando cambio de sonido es por mi búsqueda infinita de ver qué hay y me quedo donde creo que brillo más.

Vienes del rap, que está ligado a la protesta. ¿Te ves como un artista que hace letras escapistas para evadirse?

"En mi música no digo que te tienes que deconstruir tan directamente"

En mi día a día me gusta diferenciar entre la persona y el artista. Dentro de mi proyecto musical hay cosas que trato de forma distinta a como Jorge. Pero lo que está presente se comunica de una forma u otra. Me gusta la vanguardia y las ideas nuevas y deconstruirme, pero en mi música no digo que te tienes que deconstruir tan directamente. Solo cuando me escuchas sabes que no soy un puto carca. Cada uno tiene que encontrar su manera de hacer.

Pero a veces el mensaje velado no llega. Hace poco, Natos y Waor tuiteaban "1312", mensaje antifascista, y la mayoría de seguidores no entendía el significado ni que era algo antifascista.

Me parece genial ser explícito, pero para eso existe la variedad. Tengo canciones en las que me pringo más, pero ahi es dónde está mi abanico. En la canción Nosotros digo "el uno tres, uno dos...". Y ahí no digo A.C.A.B ni nada, pero quien lo entiende de verdad sabe de qué va y dices mucho en dos versos y no tienes que decir nada de la Policía ni nada. Pero que el que lo haga me parecerá bien también.

¿Tenías plan B si la música no salía bien?

Plan tampoco he tenido mucho, me iba dejando llevar. Hice Educación Infantil y me parecía una forma de aportar al mundo mi visión. Pero nunca llegué a ejercer, he sido camarero y el plan B era la frutería de mi viejo. Él siempre me ha dicho que haga lo que quiera, pero que me lo curre. Si hubiera querido ser funambulista me habrían apoyado, pero hasta que no entraran billetes dirían qué hace mi hijo [Risas]. Mi padre ha currado en la frutería desde los 16 años.

¿Tener un origen humilde hace valorar más las cosas?

Veo a alguno que no valora las cosas... Estoy ahora más preocupado por las invitaciones a mi concierto que la lista de canciones [risas]. Me preocupa más que esté la gente que quiero que esté porque es lo que me han enseñado. Cuando me pasa algo lo valoro de otra manera. Ir y volver a París en un día... Si es que mis padres no han estado en París. Seguro que yo lo valoro más que muchos, porque sé de dónde vengo y lo valoro más que al que se lo han dado todo. Llega un punto incluso con los regalos y tal que te vueles un desagradecido y me digo a mi mismo que no puedo ser así.

¿Y qué tal te llevas con la fama?

Que me graben con un móvil en la cara y cosas así no puedo con ello porque creo que viola la intimidad, pero en cierta manera te tienes que joder. Pero que se salten la línea del respeto no me mola. Pero, por ejemplo, ayer en el Mercadona una chica que trabaja allí me había reconocido otro día y al irme me despedí de ella. Sé que eso le hace más ilusión que al borracho que me graba para hacerme una broma.

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