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Álvaro Aguilera: "IU no ha perdido su ADN, pero lo está perdiendo"

entrevista Álvaro Aguilera
Álvaro Aguilera, candidato a liderar Izquierda Unida tras su XIII Asamblea. Imagen cedida por la candidatura de Aguilera.

Álvaro Aguilera (Madrid, 1985) se presenta a dirigir Izquierda Unida liderando una candidatura que sitúa a la organización en una "encrucijada". A su juicio, y el de las personas que le acompañan en la lista, el partido estaría perdiendo su ADN debido a la distancia que hay con la militancia y al eventual abandono de unas tesis que desde el nacimiento de la organización ponen el programa político en el centro a la hora de desplegar cualquier acción política, también a la hora de tejer alianzas con otras fuerzas.

El coordinador de IU Madrid advierte de que hay personas en IU a las que sólo les importa su federación, y exige que cualquier decisión que se tome debe atender "al último pueblo de Cantabria, a Andalucía y a la dirección federal". Para la XIII Asamblea del partido recomienda a la militancia votar "en libertad, con ilusión y convicción y sin presiones".

¿Por qué ha decidido presentarse a liderar Izquierda Unida?

No lo he decidido yo, lo hemos decidido un grupo de 96 personas porque habíamos presentado un documento que tenía una serie de pilares ideológicos y estábamos esperando a ver si había una síntesis; esa síntesis no se produjo y decidimos que lo normal en una organización democrática era presentar una candidatura en torno a las tesis de nuestro documento. Somos la única candidatura que tiene unas tesis propias al margen de las oficiales.

Su candidatura se define como "un grito de las bases para recuperar el ADN del partido". ¿Ha perdido IU su ADN? ¿Por qué?

No lo ha perdido definitivamente, pero creemos que lo está perdiendo. Porque los pilares fundamentales sobre los que se articuló Izquierda Unida en su momento no se están respetando: construir organización en colectivo a través de la síntesis y el debate con la militancia en el centro; tener un programa sobre el que articular las alianzas y la posición política; y tener un modelo organizativo que baje a las asambleas y que escuche a la militancia y respete el principio zapatista de mandar obedeciendo.

Usted rechazó un acuerdo para una lista unitaria antes de las primarias y defendió que lo mejor era que la militancia decantara la batalla tras la confrontación de ideas. Algunos candidatos han planteado una reunión tras conocer los resultados para tratar de cerrar un acuerdo antes de la asamblea. ¿Lo respalda?

Lo respaldo. Tenemos que reunirnos una vez hable la militancia y buscar acuerdos en función del peso real que tengamos cada uno y cada una, y ver si es posible generar una dirección conjunta.

Usted ha señalado que hay dos candidaturas que emanan de la misma dirección, la de Rego y la de Maíllo, y que comparten la misma hoja de ruta. Sin embargo, de fondo parece que existe un debate entre posiciones federales y confederales, y sobre cómo relacionarse con otras formaciones como Sumar. ¿Cuál es su postura? ¿Existe este debate?

Hay gente en Izquierda Unida que entiende que lo importante es que su federación tenga una buena posición y que no le preocupan el resto de federaciones. Pero creo que eso no es una diferencia entre las dos candidaturas que emanan del mismo documento, creo que es una diferencia entre nuestra candidatura y el resto; tenemos una posición federal y creemos que lo que se hace en el último pueblo de Cantabria se tiene que hacer en la dirección federal y en la dirección autonómica de Andalucía.

En relación con lo que comenta está el asunto del papel de IU Madrid en una región en la que hay una relación muy cercana entre Sumar y Más Madrid ¿Considera que Más Madrid es la marca de Sumar en la Comunidad de Madrid? ¿Qué espera que haga la nueva dirección de IU respecto a esta cuestión?

No sabría decirlo porque no se nos ha facilitado el supuesto acuerdo que existe entre Más Madrid y Sumar, pero parece ser que ambas se reconocen mutuamente como marcas respectivamente en el ámbito regional y en el estatal. Respecto a lo que tiene que hacer Izquierda Unida, es claro: no puede existir una alianza en el ámbito estatal que no respete a cualquiera de las federaciones de España, ni a la de Madrid ni a la de La Rioja. O tenemos un acuerdo marco en el que todas y todos están incluidos o, desde luego, Sumar lo que está es expulsando a Izquierda Unida; no a IU Madrid, sino a IU federal.

En prácticamente todas las candidaturas se apunta a que las bases de IU han tomado cierta distancia con Sumar, sobre todo tras la negociación de la lista de las europeas. Si usted resulta elegido coordinador, ¿qué tipo de relación o qué acción política defenderá respecto al proyecto de Yolanda Díaz?

Lo primero es tener un programa en el que nos sintamos reflejados y reflejadas; lo segundo es articular mecanismos democráticos para que elijan a las representantes de ese programa; y lo tercero es una rendición de cuentas periódica una vez se conozcan los resultados electorales. Si esto no se produjera, evidentemente nuestras alianzas las tiene que determinar el acuerdo programático, por lo tanto, tendremos que tener alianzas con aquellos que compartan programa con nosotros y acepten unas reglas del juego democráticas. Y si no, ir en solitario, no hay ningún problema.

IU forma parte del Gobierno por primera vez en su historia, y ya ha tenido ministerio en dos legislaturas. ¿Qué balance hace de esta situación desde el año 2020?

Es un balance muy complejo y muy amplio, pero, en términos globales, ha habido avances indiscutibles para la clase trabajadora, pero desde luego no se han cumplido los objetivos por los que se nos dijo que se entraba en el Gobierno. Hemos conseguido, especialmente durante la época de la pandemia y posteriormente, arrancar propuestas que son beneficiosas para la clase trabajadora, pero ahora estamos en un absoluto impasse y en un contexto en el que no estamos terminando de hacer política. Luego, IU ha podido hacer más en el Gobierno de la nación y ha podido marcar mucho más perfil propio y hacer propuestas mucho más beneficiosas para la clase trabajadora.

¿Qué espera de la asamblea y de las primarias?

Una cosa muy sencilla: que la militancia vote lo que quiera pero que vote con convicción, con ilusión, con libertad y sin presiones.

¿A qué se refiere con que vote "sin presiones"?

A que a veces se vota por afinidad, y lo que hay que hacer es votar por convicción.

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