Opinión · Balagán
Hace casi treinta años
Publicidad
Ha muerto George Bush padre, un presidente republicano que solamente gobernó durante un mandato pero que consiguió una proeza que no ha logrado ningún otro presidente estadounidense, sencillamente porque ninguno de ellos se lo ha propuesto con decisión.
Bush declaró la guerra a Irak cuando Saddam Hussein invadió Kuwait en 1990. Estableció una importante coalición en todo el mundo que incluyó, por ejemplo, a Siria y a otros países árabes, y en apenas unos días sacó a los iraquíes de Kuwait.
Bush se entrevistó en Suiza con el presidente sirio, Hafez al Assad, y a cambio de su ayuda se comprometió a convocar una conferencia internacional entre árabes e israelíes que se celebró al año siguiente, una vez concluida la primera guerra del Golfo, en Madrid.
Publicidad
En la Conferencia se sentaron todas las partes en conflicto. Bush, y su activo secretario de Estado, James Baker, obligaron al entonces primer ministro Yitzhak Shamir a acudir a Madrid.
Shamir no quería participar en la Conferencia, pero Bush y Baker no le dejaron escapatoria. Los americanos condicionaron un préstamo de 10.000 millones de dólares a que Israel estuviera presente en la Conferencia.
Shamir, en otros tiempos un reputado terrorista, necesitaba el dinero para acoger a un millón de judíos de las antiguas repúblicas soviéticas que se disponían a dar el salto a Israel, de manera que tuvo que acudir.
Bush y Baker demostraron que Israel no cede si no se le presiona, y que hay que presionarla mucho para conseguir que se atenga a la razón. Es algo que los siguientes presidentes de Estados Unidos no han hecho, lo que ha permitido que el conflicto se haya vuelto cada vez más intratable.
Bush no obtuvo un segundo mandato, así que tuvo que retirarse. Los presidentes estadounidenses que han venido después no han querido ensuciarse con el conflicto entre israelíes y palestinos, y Europa simplemente no cree en sus fuerzas, seguramente con razón ya que es un continente que experimenta profundas divisiones.
Publicidad
La lección que dieron Bush y Baker no ha tenido seguidores, de manera que tres décadas después todo está patas arriba.
Publicidad
Lo + visto
- 01 Una pelea en un cine obliga a detener la proyección de una película infantil
- 02 Manuel Monge: "Feijóo no es un moderado de centro derecha ni un ultra disfazado: es un farsante"
- 03 Pedro Sánchez, Macondo, el socialismo y el olvido
- 04 El noble oficio de desinformar
- 05 La serie más escalofriante de Jodie Foster que fue repudiada por su creador
- 06 "La expresión 'PEC' (Por El Culo) refleja un cambio cultural donde el pánico a lo anal se diluye"
- 07 Puigdemont: "Solo la independencia puede garantizar que todos los catalanes sean tratados como ciudadanos de primera"
- 08 Cortada la A-8 en dirección a Cantabria tras un accidente entre dos turismos y un camión en Muskiz
- 09 "Su lucha hizo posible la victoria de Europa sobre el fascismo": el homenaje a las víctimas españolas en Mauthausen de Pablo Bustinduy
- 10 El PP, descolocado tras el movimiento de Sánchez en la última semana: "Ha cambiado el escenario"